miércoles, 2 de noviembre de 2011

Otro

Mirá,
la cosa está en que no os decidís, un día
podéis ser un gorrión, incluso decir:
"De aquí a adelante toda mi vida voy a ser un gorrión"
el problema es que al día siguiente amanecéis marmota, o dinosaurio
y al día siguiente ave, gato, bicho…
o todo a la vez
y así es imposible amar a un hombre,
al menos por mucho tiempo,
o amarme a mí
que soy un dragón de Komodo.
O a veces un camello.
Un dragón de Komodo y a veces un camello.
Nada más.
Y no hay manera.